lunes, 11 de enero de 2010

El silencio habla.

¿Has oído hablar al silencio?

El silencio también habla y algunas veces es muy ruidoso. Yo diría que la mayoría de nosotros prácticamente nunca percibimos un silencio absoluto, sea de fuera o nuestro propio, cuando aparentemente permanecemos en silencio.

Durante el día siempre oímos ruidos del exterior y por la noche cuando parece que todo se tranquiliza … en realidad no lo está, seguimos escuchando el ruido de nuestra mente y de energía que fluye alrededor y a través de nosotros.

Nosotros mismos tampoco estamos en un estado de silencio absoluto ni durante el día ni por la noche. Por la noche, mientras soñamos, seguimos contándonos historias rescatadas de nuestro subconsciente y durante el día, aunque estemos solos, aunque no hablamos … seguimos pensando, creando más contenido para nuestra vida, soñando despiertos, montando nuestras propias películas mentales. También hablamos con nuestro ser interior casi siempre con el “Yo-ego” pocas veces con el “Yo”.

Es por eso que algunas personas huyen de estar solas y en silencio, no a todos nos gusta escuchar a uno mismo y descubrir nuestro verdadero ser.

No hay silencio absoluto, pero hay quietud - el reino de paz interno - nuestra conciencia.

En quietud encontramos la creatividad y la solución a los problemas.
En quietud surgen nuestras mejores ideas.
En quietud nos abrimos a esencia de la enseñanza, que siempre está dentro de uno mismo.

“Cuando pierdes contacto con la quietud interior, pierdes contacto contigo mismo. Cuando pierdes contacto contigo mismo, te pierdes en el mundo.
Nos hemos perdido en el hacer, en el pensar, en el recordar, en el anticipar: estamos perdidos en un complejo laberinto, en un mundo de problemas, creados por la mente, condicionados por el pasado, tratando de encontrar nuestra realización en el futuro.
Escuchar nuestro silencio, permanecer en quietud no implica dejar de pensar, sino dejar de identificarse completamente con el pensamiento, dejar de estar poseídos por el pensamiento.
La quietud es la única cosa de este mundo que no tiene forma. Pero en realidad no es una cosa y tampoco es de este mundo.”

Pues ya sabemos, aceptemos este silencio, escuchémoslo y mientras permanecemos en quietud leemos el libro “El silencio habla” … Descárgalo aquí.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Relaciones de pareja. Aceptar al otro como es.

Muchas veces decimos que aceptamos a nuestra pareja tal y como es pero demostramos todo lo contrario, pediendo constantemente que “cambie” su forma de pensar, de hacer las cosas, de su actitud y de su ser. Aun peor si pedimos que lo haga por amor.

Pero “cambiar” implica dejar de ser uno mismo, implica un sacrificio de nuestro ser. Sacrificarse no es otra cosa que ir en contra de uno mismo; e ir deliberadamente en contra de uno mismo no es otra cosa que no quererse. Donde hay un sacrificio de cambio no puede haber un amor autentico.

Ir repitiendo una y otra vez “tienes que ser de tal modo” o “de tal otro” es condenarnos a que uno de los dos termine sacrificando parte de quien es.

No hay nada de malo que la persona que nos quiere nos señale algo que no le agrada de nosotros, pero si ese “algo” le resulta insoportable, tendremos que empezar a pensar seriamente en que el vínculo que tenemos puede que no sea sostenible.

Por su puesto que uno puede querer crecer y mejorar, pero siempre debe ser de acuerdo a un deseo propio sin exigencias del afuera o como una manera de no perder el amor del otro. Hay que cuidarse de aquellos que pretenden juzgarnos según sus propios estándares y decirnos qué es lo que sentimos.

Solo tenemos dos opciones:
O aceptamos al otro tal y como es y pensamos cómo nos las arreglamos del mejor modo con eso,
O aceptamos que ese vínculo no es posible.

El sacrificio de “cambio” en nombre de querer siempre tiene el mismo fin …
Ir en contra de uno mismo produce resentimiento, porque aunque nosotros mismos nos hayamos ofrecido para el cambio en el fondo sabemos que lo hayamos hecho para no traicionar al otro y para no perder el amor. Y ese resentimiento tarde o temprano siempre acaba expresándose de algún modo …
O seguimos con la relación dejando de ser auténticos,
O huimos de esa relación deshaciendo todos los vínculos.

Y es que no vale la pena retener el amor disfrazándonos de algo que no somos para conseguirlo.

El único modo de querer bien a los demás es quererse también a uno mismo, sin dejar de ser auténtico y apartar la tentación de traicionarnos para obtener el amor de los otros.

“Un vínculo construido sobre la condición de que alguno de los dos cambie está, lamentablemente, destinado al fracaso.”

lunes, 30 de noviembre de 2009

Los 5 principios del cambio positivo.

Edward De Bono, experto en pensamiento creativo, destaca 5 principios del cambio positivo.

¿ Por qué cinco?

Porque en una mano hay cinco dedos y, por lo tanto, es sencillo recordar los 5 principios básicos. La mano también puede servir como símbolo del cambio.

1. Efectividad:
Sin efectividad sólo hay sueños. La efectividad significa disponerse a hacer algo y hacerlo. La efectividad es el “pulgar” de la mano, porque sin el pulgar mano queda inutilizada.

2. Aspectos constructivos:
El rumbo del cambio es positivo y no negativo, constructivo y no destructivo. Esto se representa mediante el índice, porque es el dedo que se emplea para señalar el rumbo y el camino a seguir.

3. Respeto:
El respeto abarca la forma en que nos comportamos con todos los demás seres humanos. El respeto abarca los valores y los sentimientos humanos. Un cambio está hecho por gente, pero también para la gente por lo que el respeto es fundamental. Esto se representa con el dedo mayor, porque éste es el más largo de la mano y el respeto es el principio más importante de todos. Si uno no tiene una actitud positiva hacía los demás ¿ qué sentido tiene ser positivo?

4. Autosuperación:
Todas las personas tienen el derecho y el deber de mejorar. Esto representa tanto la energía del cambio como su objetivo. Una máquina no puede mejorarse por si sola, pero un ser humano sí. Este es el anular. No damos mucha importancia a este dedo, pero está allí siempre. Por lo tanto la autosuperación también debe estar allí.

5. Contribución:
La contribución es la esencia del cambio positivo. No se refiere a lo que podemos esperar o exigir, sino a qué podemos aportar. Si la contribución es tan importante, ¿por qué se representa con el meñique? Para recordarnos que siempre podemos contribuir, aun cuando nuestro aporte sea muy pequeño. De hecho, las pequeñas contribuciones se acumulan para lograr grandes efectos.

"No siempre es posible eliminar la causa de un problema, por lo que hay que resolverlo diseñando el camino hacía adelante, aunque la causa permanezca en su sitio." Edward De Bono

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Ayudar a los demás para conseguir el éxito.

martes, 24 de noviembre de 2009

Construir un estado emocional de Entusiasmo, Optimismo, Fe, Confianza en si mismo, Alegría, para todos los días.

El estado emocional ( sentirse bien o mal ) es responsabilidad de cada uno. Solo nosotros podemos gobernar nuestro estado emocional y elegir sentirse bien o sentirse mal.
Nuestro estado emocional debe ser un resultado consciente.

Si una persona se levanta por la mañana y piensa e imagina… en fracaso, en que las cosas saldrán mal, se queja, y dice “no puedooo” - el resultado será una persona sin entusiasmo, sin fe, sin confianza en si misma, pesimista, sin alegría y sin energía.

Solo hay dos opciones:

- O dejar que nuestro cerebro siga gobernándose a si mismo conforme respuestas condicionadas,

- O asumir el control consciente de nuestro pensamiento para construir un estado emocional en el que queremos vivir nuestra vida: entusiasmo, fe, confianza en si, optimismo, alegría.

Si eliges la segunda opción solo necesitas dos cosas:
1. Determinación.
Sentir el compromiso y dar importancia al valor de construir un estado de entusiasmo, fe, confianza en tus fuerzas, optimismo, hoy, mañana, pasado mañana … todos los días.

2. Disciplina.
La disciplina se basa en adquirir hábitos apropiados. Aun que comprendas el gran valor de tener estado emocional “sano”, su importancia en tu vida diaria sin disciplina no podrá generar ningún efecto en tu vida.

Si solo realizamos esfuerzo de ejercer control emocional por un día, para volver al siguiente a la nuestra habitual forma de obrar, entonces, no hemos conseguido ni hemos cambiado nada.
Si en cambio realizamos este esfuerzo día tras día, durante un tiempo ( 1-3 meses ) podríamos observar que ya no somos los mismos.

Ejercicio y un instrumento valioso de Gobierno emocional. ( por Antonhy Robbins autor de “ Poder sin limites” ).

I. DESAYUNO MORAL.
( este ejercicio consiste en deliberada generación de pensamientos, imágenes, sensaciones, sentimientos; justamente en esto consiste el control emocional)

Se realiza en primeras horas de la jornada, en un lugar tranquilo.
Sencillamente, durante ½ hora, tu cerebro va a pensar, generar imágenes y provocar las sensaciones lo que tu voluntad determine.
1. ¿ Cómo me gustaría comportarme para sentirme realmente muy bien y muy orgullos@ de mi mism@?
2. ¿ Qué es lo que tengo que lograr hoy?
Cuáles son tus objetivos que deben lograrse hoy. ¿ Qué es lo que vas hacer para lograr objetivos de hoy ?
Piensa, imagina y siente que puedes hacerlo y que lo vas a hacer.

II. La manipulación deliberada de la fisiología.

A un estado emocional ( bueno o malo ) va ligado un determinado estado fisiológico, esto es, una postura corporal, los gestos, respiración, movimientos, formas de hablar, etc. Así, una persona deprimida, vencida, adopta una postura, gestos, respiración, etc., propias de una persona deprimida.

¿ Qué ocurriría si de repente esta persona deprimida, adopta una fisiología correspondiente a un alegre optimista?, ( porque sí, por capricho si quieres )es decir, levanta los hombros, la cabeza, cambia sus gestos, se mueve con energía y entusiasmo, habla con firmeza, se ríe …

La respuesta te sorprenderá

La depresión desaparece.

Es un hecho … cambia tu fisiología y cambiará tu estado anímico, con esa facilidad.

Actúa “como si”
Como si:
Estuvieras llen@ de optimismo.
Como si:
Estuvieras llen@ de ganas.
Como si:
Estuvieras llen@ de alegría y energía.
Y sobre todo ríe, ríe, ríe.

Y no lo olvides …
“La perfección surgirá a través de la practica. No puede aparecer por el mero hecho de leer las instrucciones.” Napoleón Hill.

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Elige ser optimista.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Aprender a decir “No”.

Sabemos a la perfección decir “no” a la vida, a los cambios y a lo nuevo por simple hecho de no comprometernos con nosotros mismos y por la costumbre de estar en el lugar “más cómodo” y menos arriesgado, pero
cuántas veces decimos “sí” y nos comprometemos a hacer algo que realmente no queremos, solo para obtener la aprobación del otro, para caer bien, porque debemos ser comprensivos y amables.

Decimos “sí” por miedo de ofender, por miedo a parecer incapaces, por vergüenza, para evitar un enfrentamiento o, incluso, por culpabilidad de no estar ahí para alguien. Entonces nuestro “sí” se convierte en un sí con sumisión.

Ser valiente decir “no” implica que nos atrevemos a perder la posible aprobación que recibiríamos si dijéramos “sí”.
Si al decir “sí” la decisión se basa en algún miedo, tendremos que justificarla, defenderla ante nosotros y ante los demás, pero siempre nos sentiremos inseguros porque nuestro corazón no está ahí.
Se trata de aprender a decir “no” con asertividad, con respeto hacia uno mismo y hacia el otro. Así no necesitaremos justificar ni defender nuestras decisiones.

Decir “no” con asertividad implica que lo hemos reflexionado, que tenemos buenas razones para decir “no” y que esa decisión no va en contra de nadie ni de nada. Es decir, nuestro “no” surge de una energía positiva y no del rechazo o del rencor. Y siempre podemos ofrecer alternativas, soluciones o ideas creativas sin implicarnos nosotros y comprometernos con algo lo que realmente no queremos. Es no dejarse llevar por la inercia, escuchar nuestro corazón y atreverse a decir “no”.

Para decidir, es importante no perder de la vista nuestro sueño, lo que realmente queremos ser; ser conscientes lo que es esencial para nosotros. Desde nuestro espacio de claridad interior, debemos ver cuáles de estas situaciones siguen la dirección de nuestro propósito y cuales nos alejan, cuáles son como espejismos que parecen ofrecer algo apetecible, pero que nos alejarán de lo esencial. Son aquellas oportunidades que parecen más fáciles y que, por pereza, sería más cómodo decir que sí.

La timidez y el déficit de autoestima son problemas añadidos a la hora de decir que no. Pero hay que recordar que tenemos capacidad creativa extraordinaria, debemos confiar en nosotros y cultivar nuestros recursos internos para alcanzar nuestros propósitos. Esto fortalecerá nuestra autoestima y la confianza en uno mismo.
La autoestima es la base para dejar de decir “sí” en las situaciones que sabemos que deberíamos decir “no”.

Solo podemos decir “sí” si lo que nos proponen va acorde con nuestra consciencia y nuestro corazón.
Simplemente tenemos que dejar de vivir en piloto automático y empezar a vivir nuestros sueños incorporando nuestro ideal a cada situación.

"Asertividad es saber decir si cuando hay que decir si, y decir no cuando hay que decir no, una manera de saber elegir y sentirnos libres en todo momento."

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jueves, 12 de noviembre de 2009

El Amor auténtico.

A menudo confundimos el amor auténtico, aquel que nos permite ser libres y aceptar al otro tal y como es, con el amor romántico o emocional, un querer idealizado que suele crear dependencia y sufrimiento. En cambio, el amor auténtico solo nos enriquece.

Abrirse al amor es abrirse a la energía más poderosa del universo, una energía sanadora y transformadora que cohesiona y une.
Cuando nuestro corazón se ha sentido herido, manipulado, engañado o atrapado, el amor deja de fluir libremente. Queda sumido en la negatividad; se vuelve cínico, desconfiado y vive con una actitud defensiva.
Deja de realizar sus sueños tomándose gris.

El corazón emocional experimenta un vaivén constante de emociones, que van de la pasión al desencanto, del calor al frío. Se deja llevar por impulsos descontrolados que acallan la razón y la inteligencia. Está dominado por hábitos asentados en el deseo y las carencias. Necesita protección y estímulos externos. Es un corazón rojo que se enciende como el fuego, y que al acercarnos puede quemar.

El corazón romántico, el rosa, sueña con la pareja perfecta, que supuestamente satisfará todas sus necesidades. El que posee un corazón de este tipo cambia de relaciones a menudo, ya que sus expectativas nunca se cumplen, y sufre continuamente.

Hacia un corazón de ángel.
Para vivir el amor en libertad hemos de reencontrar el corazón del ángel que todos tenemos, el corazón de luz, el que está unido al alma. Se trata de un corazón tan profundo que no se altera. El cuerpo cambia, la inteligencia varía y la fuerza se debilita, pero los sentimientos puros permanecen.
Para pasar de un corazón gris, rojo o rosa a un corazón de luz hemos de vivir en la verdad del amor y no en sus mitos.

El primero de estos falsos mitos defiende que el amor viene de fuera, cuando en realidad brota de dentro, fluye cuando lo compartimos.

La segunda creencia errónea sostiene que precisamos obtener amor, cuando, en realidad, lo que necesitamos es darlo.

El tercer mito asocia el amor al apego y a la dependencia, lo que nos conduce a la preocupación y al sufrimiento. En el verdadero amor nos sentimos libres y aceptamos al otro tal y como es. No nos preocupamos sino que nos ocupamos y confiamos.

Aprendamos el arte de amar, de ser libres y de dejar ser. El amor puro es incondicional, sanador, fluye libremente y nunca hiere. Para alcanzar este estado en una relación se requiere una gran sabiduría. La mayoría de las personas se aman y se atan. Cuando se pierde la libertad, la felicidad se aleja y sobreviene el malestar.

Para liberarnos de la tendencia a depender de los demás, debemos tener un corazón fuerte, capaz de renunciar al egoísmo; un corazón que no tenga nada que esconder y que, por consiguiente, deje la mente libre y sin ningún temor; un corazón que esté siempre dispuesto a aceptar nueva información y a cambiar de opinión, que no se aferre a creencias cerradas, a datos obsoletos.

Artículo creado en base a las enseñanzas de Miriam Subirana.

martes, 10 de noviembre de 2009

¿Cerebro o corazón?

Por un lado sabemos que la vida sin el calor y la espontaneidad de los impulsos y sentimientos, no vale la pena de ser vivida. Aquello que nos brota espontáneamente buscando el placer y la diversión, responde al impulso del niño libre que todos tenemos en nuestro interior. De él procede la fuerza, la vitalidad, la creatividad y el placer incomparable que nos produce el simple permiso de ser tal como somos. Este permiso nos vuelve espontáneos, entusiastas, exploradores sin barreras ni condicionamientos.

Pero si entregamos nuestra vida solo a este niño, ésta se convierte en un capricho sin sentido. Y entonces empezamos a discriminar aquello que puedo hacer de aquello que me permito hacer, construimos nuestros valores firmes y nuestras creencias, adoptando por el camino juicios, culpas y otras tendencias que nos conducen al malestar.

Queda claro que nuestra vida no puede regirse solamente por nuestras emociones e impulsos, de la misma manera que tampoco podemos atender únicamente a nuestras creencias y valores, sin tener en cuenta cómo estos nos hacen sentir… y es aquí donde se genera un conflicto interno.
Ya que el dominio exclusivo de una de estas facetas de nuestra persona nos condena a la impotencia y no hay logros si una de ellas toma el timón.

Y mientras unos aconsejan buscar un equilibrio, otros dicen que el promedio entre ambas posiciones es una solución “tonta”, ya que la línea es tan estrecha que siempre o no llegamos, o nos pasamos.

Te ha pasado alguna vez, que te levantas por la mañana y te preguntes a ti mismo: “¿Cómo estas hoy?”
- Bien - dice tu cerebro, mientras sientes un pinchazo en el pecho..
- ¿Seguro? Porque yo estoy fatal - dice el corazón.
Vaya, empezamos el día y comienza la “guerra”… buscas la solución y un equilibrio entre tu cerebro y el corazón: los dos tienen sus diferencias y sus razones; quizás si en algunos momentos ceda uno y en otros otro, uno mismo podría estar en paz”. Pero en poco tiempo te das cuenta, que vuelves a estar en un conflicto entre ambos y pierdes el timón de tu propia existencia.

La solución sería tomar la distancia, no dejarse llevar por ninguno de los dos, sino dirigir nosotros nuestros pensamientos y sentimientos. Nosotros tenemos la capacidad suficiente para escoger que pensar y que sentir en cada momento y como responder en cada situación es nuestra fuerza y libertad.
Es desarrollar nuestra firmeza interior, nuestra auténtica capacidad, aprender a responder honestamente ¿ Qué quiero para mí realmente?
Es ser capaces de hacer, en cada momento y ante cada situación que la vida nos plantea, un balance que nos descubra nuestra verdadera riqueza o pobreza circunstancial y, con lo que sea que tengamos entonces, podemos ser más libres y, por su puesto, más felices.

“La mente y el corazón son nuestros receptáculos sagrados: albergan la creación de pensamientos y sentimientos. Cuando estos pensamientos y sentimientos se gestan desde la autenticidad del ser, la fuerza interna se transmite a todos nuestros actos y relaciones.” Miriam Subirana.

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Ser Feliz Ahora.
Buscar equilibrio entre la mente intuitiva y mente racional.
Si un hombre está bien, el mundo estará bien.