miércoles, 30 de septiembre de 2009

Ecología emocional. Contaminación emocional. Parte I.

Cada vez nos damos más cuenta que tenemos que cuidar nuestro entorno y sanear nuestro ambiente. Buscamos nuevos y mejores procesos de reciclaje de residuos tóxicos, apostamos por las energías limpias y renovables, desarrollamos modelos que mantengan el equilibrio entre la explotación de los recursos naturales y el ambiente; pero muchas veces dejamos de lado nuestra ecología emocional.

Olvidamos gestionar nuestras emociones y sentimientos con responsabilidad y la conciencia.

De la misma forma que no debemos lanzar residuos tóxicos a un río - porque toda su fauna y el propio río pueden morir - tampoco debemos permitirnos ir lanzando indiscriminadamente partículas emocionales tóxicas al exterior. Ya que de esta manera se produce un contagio emocional negativo, se contagian conductas, ideas y emociones desadaptativas que nos producen dolor y debemos aprender a filtrar.

“Si bien no siempre somos responsables de lo que sentimos, sí que lo somos de lo que hacemos con lo que sentimos. Y nuestras acciones y nuestra pasividad tienen consecuencias.”

Tratar con personas es convivir con emociones. Si no sabemos gestionar nuestras emociones solo generamos mayor sufrimiento e infelicidad de uno mismo, pero también en quienes nos rodean, dado que se pueden contaminar con nuestro caos.

Así nos vamos contagiando y amplificamos el caos, el sufrimiento y la destrucción. Este “calentamiento emocional global” tiene un precio demasiado caro que no nos podemos permitir pagar. Algunas de sus consecuencias son:

- Adicciones como forma de huida.
- Sufrimiento global.
- Aumento de los miedos y fobias.
- Agotamiento.
- Caos emocional.
- Conductas violentas: mobbing, maltrato físico, verbal, psicológico, emocional o moral.
- Desesperanza.
- Corrupción.
- Enfermedades: ansioso-depresivas.

Debemos aprender a reciclar nuestros residuos emocionales a diario, su retención nos causa desequilibrio. Y si no lo hacemos, corremos el riesgo de utilizar a quienes nos rodean como contenidotes para volcar nuestra tensión y toxicidad no procesada. Recibimos lo que lanzamos y si no nos gusta lo que nos llega conviene revisar lo que emitimos.

A menudo buscamos culpables en vez de darse cuenta que somos los únicos responsables y que somos nosotros quienes debemos gestionar el revoltijo de emociones caóticas que a veces nos inundan. Rebotamos la agresión - que creemos haber recibido - a quien sentimos que nos ha ofendido o acaso a quien, por pura casualidad, pasaba por ahí. Las emociones son personales aunque estén desencadenadas por factores externos.

“ Toda la energía que no se dirige a crear, se dirige a destruir.” Erich Fromm.

Puedes leer más sobre Ecología emocional en la Web: http://www.ecologiaemocional.com/ de Jaume Soler y Mercé Conangla autores de “La ecología emocional”.

Artículos relacionados:

Conciencia Emocional. Vivir las emociones. Parte I

Conciencia emocional. Liberar las emociones bloqueadas. Parte II.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Si un hombre está bien, el mundo estará bien.

¿Piensas, qué el mundo te ha tratado con dureza? ¿Estás echando la culpa de tus fracasos al mundo y circunstancias exteriores? ¿ Le echas la culpa a la herencia o al ambiente? Entonces, te invito a leer esta historia que encierra una gran lección:

“ Se cuenta una maravillosa historia acerca de un predicador, que un sábado por la mañana estaba tratando de preparar un sermón en difíciles circunstancias. Su esposa había salido de compras. Era un día lluvioso , y su hijo se mostraba nervioso y aburrido porque no tenía nada que hacer. Al final, desesperado, el pastor tomó una vieja revista y empezó a hojearla hasta llegar a una ilustración brillantemente coloreada. Era un mapamundi. Arrancó la página de la revista, la rompió en trocitos y los esparció todos por el suelo del salón al tiempo que decía: “Johnny, si puedes recomponer todo eso te daré un cuarto de dólar.”

El predicador supuso que la tarea le iba a llevar a Johnny buena parte de la mañana. Pero a los diez minutos oyó llamar con los nudillos a la puerta de su estudio. Era su hijo con el rompecabezas ya ordenado. El hombre se sorprendió de que Johnny hubiera terminado tan temprano, con los trozos de papel pulcramente colocados y el mapa del mundo recompuesto.

“Hijo, ¿Cómo lo has hecho tan de prisa?”, preguntó el predicador.
“Oh - contestó Johnny -, ha sido fácil. En la parte de atrás había la imagen de un hombre. He colocado un trozo de papel debajo, he compuesto la figura del hombre, he colocado un papel encima y lo he vuelto del revés. He pensado, que si la figura del hombre estaba bien, el mundo también lo estaría.”

El clérigo sonrió y le entregó a su hijo un cuarto de dólar. “ También me has dado el tema del sermón de mañana - dijo-. Si un hombre está bien, el mundo estará bien.”

Esta idea encierra una gran lección. Lo que impide a las personas prosperar en su vida es su Actitud Mental Negativa y no la desventaja externa a la que muchos atribuyen su fracaso. Hay millones de personas que se creen condenadas al fracaso, por culpa de una fuerza extraña que creen no poder controlar.

Si alguien no está satisfecho con su mundo y desea cambiarlo, tiene que empezar por sí mismo. El hombre puede convertirse en el dueño de sí mismo y de su ambiente. Si uno tiene una Actitud Mental Positiva, los problemas de su mundo tienden a doblegarse ante el.

“Aprenda a leer lo que no está escrito” Clement Stone - La Actitud Mental Positiva, un camino hacía el éxito.

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¿ Qué está detrás de un problema? Los ojos que ven más allá.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Dinero y Crecimiento Personal.

El dinero es importante en la vida y muchos aspectos de la vida diaria dependen enteramente del dinero.
Pero
¿ Qué es lo que más se valora en una persona que se ha hecho millonaria ?¿ El millón de dólares? Yo no lo veo así.
Lo que más se debe valorar es toda la habilidad, conocimientos, disciplina, motivación y demás cualidades que se desarrollan para alcanzar libertad financiera. Es la fuerza interior que se activa para tener el suficiente coraje, firmeza de propósito y fuerza de voluntad, como para conseguir ganar un millón de dólares.

Cuando alguien se convierte en millonario, lo que menos importa es lo que tiene; lo más importante es lo que ha llegado ser como persona. De nada sirve tener dinero sin tener claridad de propósito para saber que hacer, que tener y que ser con su libertad financiera.

Puede sonar extraño, pero el autoconocimiento es vital para nuestro futuro financiero. “ Estamos moldeados por nuestra actitud hacía el dinero, y nuestra actitud hacía el dinero está moldeada por nuestros miedos” dice Robert Kiyosaki un inversionista y empresario de éxito, y si pudiésemos cambiar nuestra actitud hacía el dinero y la riqueza, podríamos empezar a pensar, actuar y vivir como alguien rico. Pero primero hemos de convertirnos en personas financieramente inteligentes.

Dad un millón de dólares a alguien que no posea una actitud de millonario y seguramente lo perderá todo. Ya sabemos que el 70% de las personas, que han ganado en la lotería suelen perder todo el dinero en uno/dos años.
Pero si un verdadero millonario pierde su riqueza, en poco tiempo amasará una nueva fortuna…el estatus de millonario desarrolla la habilidad, conocimiento y experiencia necesarios para repetir el proceso una y otra vez.

Es importante reflexionar sobre ¿ En qué clase de persona debo convertirme para obtener el dinero que deseo ?
Es bueno apuntar en un papel todas ideas que vienen a la cabeza…habilidades, adquirir conocimientos; las respuestas presentarán nuevos objetivos para nuestra formación personal. Somos capaces de todo cuando nos sentimos inspirados por ello y es cuando reconocemos que vivimos en un mundo de posibilidades ilimitadas, pero limitadas por nuestras propias creencias personales.

Y por eso tenemos que hacer otra pregunta: ¿ Estoy dispuesto a convertirme en la persona que es necesario ser para conseguir el dinero que deseo ? Porque si no hay deseos de aprender, leer, estudiar y desarrollarse para convertirse en la persona que debemos llegar a ser, cómo vamos a confiar que podemos atraer hacía nosotros lo que queremos obtener. De manera que si no queremos cambiar nuestra persona tendremos que cambiar nuestros deseos.

Quizás el propósito más exigente de todos es trabajar en el desarrollo personal de uno mismo. Ya que esta tarea dura toda la vida.

El “conseguir” y el “convertirse” se entrelazan y lo que llegas a ser tiene una gran influencia sobre lo que consigues obtener. Casi todo lo que posees hoy lo has conseguido convirtiéndose en la persona que eres hoy.

La gran axioma de la vida dice: “para tener más de lo que ahora tiene, sea más de lo que ahora es; supérese personalmente” de otra forma tendrás que conformarte con el axioma del “no cambiar”, que dice: “si continúa siendo como hasta ahora, si no cambia, nunca conseguirá todo lo que podría haber estado a su alcance”.

“Los ingresos rara vez son superiores al nivel del desarrollo personal” Jim Rohn.

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Las caras de dinero.