Podíamos inventar nuestro propio mundo de la nada, dando forma a aquello que deseábamos.
En aquella época ser creativo era tan natural como pan de cada día, pero con los años nuestra creatividad disminuyó. Eso pasa a casi todos los niños. Pero la creatividad se puede recuperar, sigue en Nosotros aun que está dormida.
Nuestro mundo cambia a un ritmo cada vez más acelerado y para poder desenvolverse con efectividad hay que ser creativo. Ser más creativos nos ayudará a mejorar nuestra calidad de vida, a resolver conflictos, crear nuevas posibilidades y oportunidades, buscar nuevas soluciones y abrir nuevos caminos.
Ser creativo es ser libre y para empezar a desarrollar la creatividad hay que tirar por la borda algunos condicionamientos, ideas y conductas que hemos aprendido en la infancia.
No hay una formula infalible de desarrollar la creatividad, pero hay muchas formas de hacerlo y cada uno tiene que desbloquear la creatividad desde su propia experiencia.
Yo te dejo algunas pautas que te pueden guiar en ese camino:
1. Miente abierta.
Creatividad es un enfoque interior.
Libérate de condicionamientos que adquiriste en la infancia, desecha las formas rutinarias de pensar y cuestionar las evidencias para abrirse a nuevas experiencias y conocimientos. No aceptes los limites impuestos por otros. Libera tu atención de obligaciones cotidianas y úsala para explorar el mundo que te rodea. Busca más de una respuesta a las cosas.
Experimenta las cosas como son y no como piensas que son.
2. Validar la propia individualidad.
Hay que tener algo que expresar, sobre lo que podrás aplicar la creatividad. Cuando sientes pasión por la vida y por lo que haces- disfrutas creando, vives sólo el momento olvidando de pasado y futuro, de mundo entero y pierdes la noción del tiempo. Sé uno mismo, crea lo que te apasiona. Tu fuerza está en tu interior para abrir caminos más allá de los limites. Los limites se pueden romper y superar.
Tienes un “universo de posibilidades” para descubrir y explorar.
3. La imaginación lo es todo.
Entrena la imaginación, visualiza lo invisible.
La imaginación nos da la libertad para transformar nuestra experiencia y enriquecernos.
Diviértete viviendo en tu mundo imaginario, al igual como lo hacías cuando eras un niñ@, pero ahora con consciencia y sin separarse de la realidad.
4. Flexibilidad.
La creatividad es amiga de las ideas, experimenta con ellas, busca las soluciones alternativas, sé curioso.
Es bueno analizar una idea desde diferentes puntos de vista y explorar todas las posibilidades. Cambiar una idea por otra y no estancarnos en lo mismo, estar abierto a nuevas experiencias, ser flexible son grandes valores.
Hay que estar dispuestos a crecer.
5. El valor de arriesgarse. Aprender de los errores.
Pierde el miedo a cometer errores y aprende a valorarlos.
Tienes que salir de tu zona de “confort” y arriesgarte a lo nuevo y a los cambios.
Enfréntate a nuevos retos.
Puedes leer más sobre como superar los miedos aquí.
6. Perseverancia y confianza.
Es preciso trabajar con constancia y con una actitud de confianza en tus propias posibilidades.
Tienes que escapar del circulo vicioso de pereza, falta de motivación y aburrimiento.
Tienes que ser positivo y creer que, si trabajas sobre cualquier acción en tu vida, las cosas pueden salir adelante.
7. Todos somos uno.
Crear es unir.
Trabajar con otros te permite aprender y mirar nuevas posibilidades.
Hay que aprender de ponerse en lugar de otro para no entorpecer las relaciones.
Las opiniones previas que tenemos sobre las personas nos impiden comprenderlas.
No te fijes en lo que alguien no hace y lo que Tú si harías, es mucho más sano descubrir en el otro las virtudes que nos faltan.
“La creatividad no consiste en una nueva manera, sino en una nueva visión”. Edith Wharton
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