Hay que cambiar la actitud, atreverse a hacer algo nuevo, algo diferente, proponerse a cumplir con los objetivos y metas, proponer retos y desafíos.
Pero la mayoría de la gente se pasa la vida haciendo siempre lo mismo y por eso siguen cosechando los mismos resultados.
Cuando les pides que examinen su rutina diaria, descubren - que hacen las mismas cosas, las mismas actividades, a la misma hora un día tras otro:
Se levantan a la misma hora de siempre, desayunan , van al trabajo, haciendo las mismas cosas de la misma manera. Cuando regresan a casa conversan con la familia sobre los mismos temas de siempre. Y después de un largo día se acuestan con cansancio pensando que mañana tendrán que levantarse temprano para hacer las mismas cosas.
Los fines de semana también se organizan de la misma manera de siempre - los mismos paseos, las mismas comidas, la misma gente. La vida va pasando y su insatisfacción aumenta.
Ellos no ven nuevos horizontes porque piensan que no disponen de tiempo ni energías para tener ideas. Su mente se ha adaptado a su situación vital.
Tenemos dos caminos:
O optamos por prolongar nuestras rutinas actuales hasta que adquieran tal profundidad que un día ya no seremos capaces de salir del camino trazado.
Si quieres salir de la rutina actúa de manera diferente. La solución es consolidar el tiempo para usarlo en tareas diferentes. Actividades encaminadas hacia un objetivo diferente, potenciador, dinámico y que representa un desafío benefactor.
Tienes que disponer de tiempo para detenerse y pensar las cosas, para saber hacia donde vas. De esta manera aunque todavía no has formado una estrategia definida, ya estas realizando el cambio que te prepara para desarrollar esa estrategia y cambiar tu vida.
“La rutina es el hábito de renunciar a pensar.” José Ingenieros